miércoles, 29 de julio de 2009

Representados

El modelo de democracia que mantenemos en España es representativa, pero ¿representativa de qué?
¿Acaso alardear de una política corrupta, que está basada en un modelo capitalista y que especula y especula sin control es algo que la sociedad quiere imitar?
Da igual si todos esos “proyectos” de adquisiciones a cuenta de grandes comisiones o regalos sustanciosos son legales o no. Da igual que esa gente sigua sonriendo, que reclame sus regalos como logros para la sociedad. Porque nosotros, en intención de votos, aprobamos esas conductas. Da igual que el TSJ dicte sanciones o culpe a quienes cometen irregularidades, porque somos nosotros, quienes con nuestra conmiseraciones debidas a quienes nos dirigen aceptamos. Da igual que se pongan un traje u otro, una corbata o un polo. Da igual que sean de la CEOE o de los sindicatos, del gobierno o de la oposición.
¿Quiénes nos representan en esas reuniones? ¿Es su objetivo primordial aliviarnos a quienes sufrimos la avaricia de las especulaciones, de los riesgos empresariales que han dejado la mayor parte del planeta sumida en la desgracia económica?
¿A quiénes debemos pedir ayuda? Si los bancos solo dejan fluir el dinero entre los ríos del negocio del fútbol, de las grandes finanzas, de las actividades que necesitan salvarse. Si nuestros centros de trabajo cierran. Si nuestras hipotecas suben y no podemos pagarlas. Si quien debe ayudarnos está mirando en dirección contraria. Si las migajas caídas de esa mesa de diálogo, que se ha convertido en muro, y como tal, símbolo de censuras, perdieron su forma de pelota, de financiación económica o de lucha.

jueves, 16 de julio de 2009

Nuevos fenómenos

Un nuevo fenómeno instalado en nuestra sociedad crea el pánico a los que somos padres. Las violaciones de menores y por menores, la violencia entre ellos, la adición temprana a las drogas… Son los síntomas de la deshumanización que sufren los que el día de mañana serán nuestro futuro. A todos ellos sumamos el fracaso escolar, la incomunicación que a veces asola a las familias, acaso ¿no somos nosotros los culpables?
Estos hechos, como las trágicas muertes de esos niños que han sido dejados en los asientos traseros de los coches porque sus padres se olvidaron de dejarlos en las guarderías, porque llegaban tarde a sus trabajos y porque el niño se durmió y ya no oían su voz.
El caos se apodera de nosotros. Nosotros que somos los responsables de nuestros hijos. “Las Escuelas para Padres” germinan en los colegios porque el mismo profesorado se da cuenta de que además de educar a los niños tiene que educar a sus padres.
Pienso en esa niña violada, a quien han arrebatado su inocencia, sus sueños, la sonrisa de sus labios.
Pienso en esos padres que se preguntan cuál ha sido su error cuando miren a sus hijos y no los reconozcan.
Pienso en los remordimientos de esa madre que olvidó a su hijo.
Pienso que está en nuestra mano sustituir este fenómeno por otro: el de aceptar nuestra compromiso como padres y actuar en consecuencia sin delegar nuestras responsabilidades a otros colectivos.

martes, 14 de julio de 2009

Injusticias

En nuestra vida profesional todos cometemos errores. Pero no es lo mismo que un escritor escriba casa (de hogar) que case, ese error es insignificante porque su trascendencia solo implica al lector a buscar en su mente la palabra adecuada al contexto.

Tengo que comenzar así de suave este carta porque lo verdaderamente dramático y aterrador del caso del bebé de Dalilah, es la falta de rigor profesional de las personas que lo han atendido. Sí, todos cometemos errores, pero nuestra responsabilidad en nuestros lugares de trabajo debe adecuarse a nuestras obligaciones. El caso de este bebé es alarmante por su mala gestión sanitaria como por la misma ineficacia que provocó la muerte de su madre.

Debo reconocer que tengo miedo de ser dirigida por corruptos, defendida por maleantes y atendida por personas que carecen de escrúpulos en sus puestos de trabajo.

La población es salpicada cada vez más de noticias como estas. Noticias marcadas de muerte que se transforman en signos que reclaman libertad y justicia.

Seamos conscientes de la sociedad que queremos y luchemos por ella. Mando mis más sinceras condolencias a la familia en esta nueva desolación.

miércoles, 8 de julio de 2009

¿Y qué más?

No importa, que cierto “personajillo” del mundo de la política y máximo exponente y responsable de las decisiones que se toman en la Comunidad Valenciana, siga sonriendo y proclamando a los cuatro vientos su corrupta carrera en el gobierno valenciano.
Ya no sé si es culpa del bombardeo de imágenes de este señor, del constante apoyo popular que mantiene o que aquellos que nos vemos afectados tenemos la mente ocupada en la búsqueda o en el intento de no perder nuestros trabajos.
Ya lo decía Maslow en su pirámide de Marc: primero nuestra seguridad, después nuestro respeto.
Con tanta crisis, con tanto miedo a perder lo que tanto esfuerzo nos ha costado conseguir parece ser que, ver a un señor robar, mentir y jugar con el dinero de nuestros impuestos es algo que no nos importa demasiado, ¿o sí?
Desde luego a mi me encantaría sonreír como lo hace este señor, total solamente pagará una sanción de 2.000 euros, como dice una compatriota suya, y vestir tan bien, y mantener mi puesto de trabajo, y…ser tan feliz.