lunes, 31 de agosto de 2009

Repulsa a la violencia de género

El espanto se disipa muy lentamente y deja paso a la rabia que nos inunda. Los recuerdos, las imágenes y los sentimientos que empatizan con el dolor de las familias, que sufren en primera persona la devastadora mano de la injustita, se amontonan todos juntos y dan lugar a esta piedra llamada lastre que todavía hoy arrastra nuestra sociedad: la violencia de género.

La inevitable realidad que resurge del cuerpo sin vida de una mujer porque alguien que no respetó su vida, sus sueños, sus anhelos y su libertad decidió que terminara su historia.

El sufrimiento nos invade a todos porque todos sufrimos, todos gritamos y callamos. Todos nos unimos para repulsar una y otra vez la agresividad del hombre contra la mujer. Pero ellos siguen ahí, los que con su valentía acallan de un guantazo la voz de la mujer, los que deciden nublar el brillo de la igualdad, de la felicidad y de la lucha.

La mujer, quien da vida y protege, quien ama sin condicionamiento, quien lucha por la supervivencia de los suyos y por la suya propia sin más escudo que su amor hacia los demás.

La mujer quien en la debilidad de su sexo que no muestra sino la valentía de enfrentarse a la vida y hacerse un lugar en ella. Que tropieza con un amor infectado de odio que no respeta, que no escucha, que no se da cuenta de que la felicidad no tiene que ser de color morado ni tiene que llorar lágrimas de sangre.

viernes, 7 de agosto de 2009

Mi personal protocolo de actuación frente a la Gripe A

Soy madre de dos niños pequeños y el tema de la gripe A me preocupa. Es una gripe más inofensiva que la estacional pero aún así, ha provocado una pandemia. Se ha extendido por todo el mundo y en la última semana, sólo en España, se han multiplicado por mil el número de afectados. La vacunación de los niños sanos con el “Tamiflú” ha revelado datos como que el 52 por ciento de los niños han sufrido varios efectos secundarios, entre ellos las náuseas y los trastornos “neurosiquiátricos”. Las autoridades londinenses han inventado un eficaz diagnóstico vía Internet para evitar que los enfermos acudan a los hospitales y las españolas nos invitan a evitar las relaciones personales: adiós a los besos, a los abrazos y a los apretones de manos.
Da la sensación que es una manera de fomentar el individualismo, ese que con tanta Wii, Nintendo y PSP ya se había conseguido en una parte de la sociedad.
Y como madre me pregunto qué hacer, si vacunar a mis hijos o no. Si cuestionarme la posibilidad de fomentar, en mi propia casa, las directrices de una educación sin que éstos tengan que pisar un centro escolar. Si decirles a mis hijos que son mucho más que sus amigos y así rodearlos del síntoma egocéntrico, evitaría que tuvieran buenos amigos y en consecuencia focos de infección. Si vacunarlos con una vacuna que salió al mercado apenas unas semanas después de conocerse esta famosa gripe cuando existen miles de enfermedades antiguas que ni si quiera se sabe si llegarán a tener vacunas. En fin, que no sé qué hacer.

lunes, 3 de agosto de 2009

La sonrisa de Camps

La sonrisa permanente del Sr. Francisco Camps siempre llamó mi atención. Incluso hoy, después de que los medios de comunicación hayan lanzado el mensaje de que “su caso” ha sido archivado.
Ahora, no es que me tranquilice su sonrisa, ni mucho menos, sino que la comprendo. Es más, comprendo esa pasividad y ese apoyo incondicional del resto del partido por este señor: sabían que su impunidad llegaría y al final, ha llegado.
El pasado domingo, en una comida familiar, se aludió al tema de porqué la gente, los ciudadanos de a pie, apoyan a las personas corruptas sin hacer nada, y cuanta más corrupción hay, más votos obtienen, o bien en las urnas o bien en intención de voto. Esto, en mi mente, es algo que me provoca más de un quebradero de cabeza. Porque no lo tiendo, por más vueltas que le dé y por más que intente empatizar con las personas que lo hacen. Un familiar me dijo: “quizás porque todos estafan, por eso no se quejan y no hacen nada. Es algo normal”.
Y así debe ser, que el resto del mundo vea normal que la Justicia sea un hervidero de amistades y mamoneos. Que dichos cargos públicos pagados con nuestro bolsillo, tanto jueces como consellers, se permitan jugar (sí utilizo la palabra literalmente, JUGAR) con todos nosotros sin importarles que una gran masa social sufre, y con consecuencias desastrosas la falta de trabajo, de seguridad y vea amenazada su supervivencia.
Las crisis, esas que nos deben permitir agudizar el ingenio para salir hacia adelante, para que todos salgamos de estos momentos catastróficos, muestran en definitiva la imagen de una sociedad, de una justicia y de una legalidad que ya no merece el respeto de nadie.