viernes, 11 de febrero de 2011

ENHORABUENA EGIPTO

Siempre he creído en las posibilidades de cambio cuando el pueblo toma responsabilidad de su vida y decide cambiar el rumbo de la trayectoria de la historia.
La actitud, la perseverancia, la iniciativa y, sobre todo, la fe volcada estas semanas en Egipto ha sido, sin duda, una gran enseñanza para todo el mundo. Un pueblo que ha conseguido sus propósitos, que se ha mantenido firme en la plaza de Tahrir reivindicado su derecho al cambio democrático, al abandono de una dictadura como la de Hosni Mubarak. Sin duda un hecho histórico que me siento orgullosa de vivir y poder contar, de poder demostrarle al mundo la necesidad de no tener fronteras que nos impidan actuar como pueblo, que es lo que realmente somos, y lo que realmente importa. Me siento orgullosa de que Egipto sea el punto de partida para borrar los estereotipos del mundo árabe, que gracias a estas acciones muchos borren de sus mentes sus prejuicios hacia ellos, y que muchos otros hayan ayudado a que el cambio sea posible.
Esta lucha hacia la igualdad y la democracia es un ejemplo a seguir por todos. Una oportunidad, para los ciudadanos del mundo, que impida que la sombra del poder vuelva a imponer su tiranía. Aunque sólo es el principio y todo cambio cuesta.
Espero que el efecto dominó comience pronto. Que acabe el dolor de las dictaduras, y que todos, absolutamente todos, seamos conscientes del poder que se esconde en nuestras comunidades como colectivos. Que nos demos cuenta de que todo se puede conseguir. Sigamos el ejemplo de Egipto y apliquémoslo en nuestras vidas: “Hay que luchar por un mundo mejor, da igual que sea Egipto, en España o en nuestra vida cotidiana”.