martes, 19 de julio de 2011

Cuando despiertas y sientes...

Hay momentos en la vida que vuelvo de pronto al pasado, de una manera brusca y abstracta. Como si fuese una burla de mi propia vida que me devuelve a momentos pasados que ni si quiera existieron. Es entonces, cuando en un momento de reequilibrio interno y de una manera ordenada, todos esos recuerdos se van transformando, durante ese día, en efímeras lagunas, en preguntas vacías de respuesta, en una mirada crítica hacia el futuro y con la imperiosa necesidad de que alguien o algo te haga volver a tu realidad, porque necesitas tener la certeza de que tus caminos y tu dirección son los correctos.

Luego, sin que nadie sea consciente de tus anhelos, vuelves otra vez al mundo en el que vives y sientes. Pero no sabes si ese mundo es real o imaginario. Y te sigues cuestionando la vida. Ese rio que transcurre entre tus manos y que te necesita para continuar.

Y es entonces cuando escuchas una canción en la radio, cuando el rocio de la mañana te hace volver al pasado. Cuando el amanecer te recuerda cuánto te gustaba su olor a nuevas emociones. Cuando todo lo que estaba escondido florece tan fuerte y frágil a la vez que tú misma sientes como vuelve a desvanecerse, pero esta vez dejan manchadas tus manos de esa tierra que llamamos recuerdos.

miércoles, 13 de julio de 2011

¡Ay, que viene el Mercado!

Yo debo de ser tonta y no comprender mucho la economía mundial, y en especial la europea. Ayer, mientras veía en las noticias como se había salvado de la quiebra, nada más y nada menos que a Europa mi perplejidad se descolocaba (o quizás es mi ignorancia financiera).
Resulta que vivo en un país picaresco por naturaleza, donde quien puede estafa y quien no, lo hace el doble. Mis conciudadanos y representantes políticos valencianos viven momentos de explosión judicial sin que se tomen las más mínimas medidas. Y siguen sonriendo (ahora más ya que España entera se ha vuelto de color azulito).
Volviendo a mi ignorancia económica y a mis reflexiones infantiles y sin fundamento, pero aquí las suelto: “¿No somos capaces de arremeter contra nuestro más cruel enemigo, es decir, el Mercado?” y sigo con mi pensamiento: “¿Vamos a dejar que sigan con los recortes sociales?”. Pues por lo visto sí. O me temo que todos nos vemos un poco ignorantes, y por no debatir la economía de un continente nos vemos afligidos y miramos hacia otro lado. Porque insisto (sigo con mi personalidad infantil que hoy me he impuesto) que podríamos cambiar las cosas, que deberíamos localizar el comercio local y dejarnos de mirar al infinito, porque en definitiva somos nosotros quienes más podemos ayudarnos. No estoy simplificando los nacionalismos pero creo que es momento de enfrentarse a ese enemigo invisible y destructor que es el Mercado ya de una vez por todas. ¡Y que nos llamen infantiles si quieren!

¡Ay, que viene el Mercado!

Yo debo de ser tonta y no comprender mucho la economía mundial, y en especial la europea. Ayer, mientras veía en las noticias como se había salvado de la quiebra, nada más y nada menos que a Europa mi perplejidad se descolocaba (o quizás es mi ignorancia financiera).
Resulta que vivo en un país picaresco por naturaleza, donde quien puede estafa y quien no, lo hace el doble. Mis conciudadanos y representantes políticos valencianos viven momentos de explosión judicial sin que se tomen las más mínimas medidas. Y siguen sonriendo (ahora más ya que España entera se ha vuelto de color azulito).
Volviendo a mi ignorancia económica y a mis reflexiones infantiles y sin fundamento, pero aquí las suelto: “¿No somos capaces de arremeter contra nuestro más cruel enemigo, es decir, el Mercado?” y sigo con mi pensamiento: “¿Vamos a dejar que sigan con los recortes sociales?”. Pues por lo visto sí. O me temo que todos nos vemos un poco ignorantes, y por no debatir la economía de un continente nos vemos afligidos y miramos hacia otro lado. Porque insisto (sigo con mi personalidad infantil que hoy me he impuesto) que podríamos cambiar las cosas, que deberíamos localizar el comercio local y dejarnos de mirar al infinito, porque en definitiva somos nosotros quienes más podemos ayudarnos. No estoy simplificando los nacionalismos pero creo que es momento de enfrentarse a ese enemigo invisible y destructor que es el Mercado ya de una vez por todas. ¡Y que nos llamen infantiles si quieren!

miércoles, 6 de julio de 2011

La Pasionaria

Soy mujer y aunque me tachen de feminista considero que conseguir la igualdad entre hombres y mujeres es todavía un camino arduo y complicado para muchas. Las mujeres, bien desmeritadas de su trabajo, tanto fuera como dentro del hogar, tienen que enfrentarse a la rutina de conseguir, lo que por derecho le corresponde.
Dejarme que hoy me sienta pesimista. Dejarme que hoy llore de cansancio al ver que el camino cada vez es más difícil para nosotras. Dejarme que me lamente aunque mañana, antes de que salga el sol, ya estaré dispuesta a poner mis pies sobre la tierra, mis manos listas para trabajar y mi mente en todos lo que me rodean y soy su responsable: Hablo de mis hijos.
Dejarme que hoy me esconda en el desconsuelo, porque ver como han arrancado el monolito del jardín de la pasionaria me ha hecho desvanecerme por completo. Es como si me hubieran arrancado también algo dentro del pecho.
“La Pasionaria” que vivió defendiendo al mundo obrero y que su lucha se nutrió de su compromiso con la mujer y con sus palabras que muchas recordaremos: “las mujeres, sean de la condición que sean, son seres libres para elegir su destino”.
Hoy su nombre deja un surco profundo en la ciudad de Elche, en el corazón de muchas que admiramos su lucha y tesón.

sábado, 2 de julio de 2011

Elche cambia sus calles


Siempre he creído en los políticos y los he defendido a ultranza. Sin embargo, muchas personas que no compartían mi opinión me tachaban de “quijotesca” y me increpaban con una frase muy común que “son todos iguales”. Ahora, después de lo que estoy viviendo, creo que esa frase es el pan nuestro de cada día.



Cuando surgió el movimiento 15M pensé que la gente ya había despertado, que la sociedad pedía un cambio al margen de los políticos. También pensé, que ese cambio se produciría con las mismas armas que tenemos en el Estado, y que evolucionaría de una forma progresiva. Porque así lo demandaba la soberanía del pueblo. Sin embargo, fui ilusa otra vez más. Porque el cambio que produjo el 15M, aunque haya conseguido despertar a muchos ciudadanos, no hizo sino cambiar el color de España, pintándola toda de azul.



Es cierto que jamás pensé que este nuevo gobierno ayudaría a solventar la crisis como prometían (algo de cordura aún me queda), pero lo que estoy viviendo en la actualidad me nubla el juicio.
Y es que en mi ciudad, el cambio drástico del gobierno ha favorecido el despotismo de una manera feroz. Mientras vivimos una carencia de empleo, una deriva del Estado del Bienestar, un declive de las clases medias y un empobrecimiento de las bajas, nuestra querida alcaldesa, en sus planes austeros y comprometidos con su ciudad, lo único que se le ocurre es el cambio de nombre a las calles.Solo pido que esta medida sirva para dar empleo a “ciertas” personas, y que no sea un acto de ira acumulada por los años y la falta de respeto al anterior gobierno.