jueves, 16 de abril de 2009

"Los moralistas son personas que se rascan allí donde a otros les pica". Samuel Beckett

"Mi crisis personal"

Ayer tuve que pedir perdón por vivir. Por tener hijos, por consumir y por parecerme a ellos. Eso, por lo visto, no les gusta.

Me quedé sorprendida y totalmente indignada. Sentada frente a un tres al cuartos director de la CAM, soportando su aliento superior en cada momento. Dejándote con la palabra en la boca a cada intento de exponerle mi opinión y mi necesidad.

"¿Porqué consumes?¿Porqué tienes hijos?¿Porqué quieres disfrutar igual que yo? Hacedme caso: vivir en la más absoluta miseria, no tener placeres y dedicaros solamente a trabajar. ¿Acaso el pobre trabajador venido del mundo del proletariado debe aspirar a algo más?. No, no. No debeis pareceros a nosotros"

Su mirada en picado frente a la mia. Acechando, riéndose de mis manos curtidas por el trabajo, de mis ojeras por no dormir, de éste envejecimiento que ya noto en mi piel más por las preocupaciones de mi vida que del paso del tiempo.

Verguenza es lo que sentí: Lucrarse de las desgracias ajenas no es de ser una buena persona. Quizás tampoco sean personas y solo importe llevar en los bolsillos las cantidades de dinero satisfechas de los fraudes a los que estamos siendo sometidos.

Una afectada

4 comentarios:

  1. Frente a tu crisis personal, contada dia a dia me siento solidario contigo y comparto muchas cosas. Por eso estoy tan sumamente flipado con las palabras de ese energúmeno. Sin duda, mucha culpa de esta situación la tienen ellos, los bancos, y aprovechan su "superioridad" para avasallarnos y dejarnos aún más pequeñitos frente a ellos. Necesitamos una revolución ya mismo...

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  2. Sí, es una desvergüenza el desenfreno del capitalismo financiero, culpable de todos los males que azotan a nuestra sociedad, sin lugar a dudas y, todo ello, con la ayuda que les proporcionan los gobiernos, al servirles en bandeja,todo un aparato legal, para cometer todo tipo de barbaridades.
    Está sobradamente claro que, si estos dessalmados que dirigen la vida de los demás y deciden como tenemos que vivir, es porque ellos, viven infinitamente mejor, nadando en la abundancia a costa de los demás, que trabajamos para que ellos derrochen.
    Hay que tener en cuenta que la riqueza es limitada y si un diez por ciento de la población mundial, acapara el noventa por ciento de la riqueza, están dejándonos a los demás en la miseria.
    Muy bien estimada amiga por la radiografía que has hecho de esta gente, de cómo piensa y cómo actúa.
    Un cordial saludo.

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  3. Por desgracia este es el mundo que el ser humano ha creado desde tiempos lejanos, donde el poder y el dinero fabrican hombres sin conciencia. Mientras tanto, los pobres sufrimos sin saber porqué, marcados desde nuestro nacimiento por un status que ni entendemos. Sólo nos queda trabajar, sufrir y trabajar y así día a día. La esperanza y la fe en que un mundo mejor es posible, es lo único que nos hace levantarnos todos las mañanas y luchar contra la opresión.
    Besos, Mar.

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  4. Eso parece sacado de un pasaje de la novela 1984, de George Orwell. Vamos, si a mí me dice eso un "robanquero", cojo la grapadora y le lleno la cara a grapas allí mismo. Ánimo Inma, que en todo caso, los ricos cada vez son más ricos, sí, pero cada vez hay menos ricos, y esto acabará por colocar las cosas en su sitio. Un abrazo fuerte.

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