viernes, 16 de septiembre de 2011

TODOS SOMOS EL PUEBLO

Crisis, crisis y más crisis. Una palabra que lo abarca todo, que lo define todo y que nos asusta y paraliza sin más. Y es que nuestros planes de futuro se ven aplazados por dicha “crisis”, nuestros proyectos continúan con la frase: “pero, ¿y si nos quedamos sin trabajo?”. Y aquel que ya no lo tiene también posterga sus ideas con frases como “¡si tuviera trabajo, podría plantearme estas cosas”.

¿Y qué hacemos para superarla? NADA. Sin embargo, sí permitimos seguir viviendo en un sistema de fraude, consintiendo la ilegalidad como principio de vida, manipulando la verdad para conseguir más… y los que nos vemos entorpecidos por esas actitudes seguimos sin hacer NADA. ¿Quizá porque lo vemos normal?

Pues no. No es normal que permitamos que las ayudas se las lleven los que no las necesitan. No es normal que no contribuyamos a la regeneración social de nuestra ciudad apoyándonos unos a otros. No es normal que nos excusemos cuando vemos esas prácticas y pensemos que es nuestro amigo quien las hace. Porque en realidad, es NUESTRO AMIGO, quien se está aprovechando de algo que quizás tú lo necesites más que él.

Dejemos apartado a un lado el ego y luchemos por reconstruir nuestra historia, esta que estamos viviendo. ¡Vamos a apostar por una sociedad cargada de valores!. Vamos a unir esfuerzos, vamos a ayudar a crear un pueblo solidario.

Denuncia aquello con lo que no estás de acuerdo y si tienes que justificar tus acciones, hazlo sobre la base de que UN PUEBLO SOMOS TODOS, Y TODOS TENEMOS QUE CONVIVIR EN ÉL.

martes, 19 de julio de 2011

Cuando despiertas y sientes...

Hay momentos en la vida que vuelvo de pronto al pasado, de una manera brusca y abstracta. Como si fuese una burla de mi propia vida que me devuelve a momentos pasados que ni si quiera existieron. Es entonces, cuando en un momento de reequilibrio interno y de una manera ordenada, todos esos recuerdos se van transformando, durante ese día, en efímeras lagunas, en preguntas vacías de respuesta, en una mirada crítica hacia el futuro y con la imperiosa necesidad de que alguien o algo te haga volver a tu realidad, porque necesitas tener la certeza de que tus caminos y tu dirección son los correctos.

Luego, sin que nadie sea consciente de tus anhelos, vuelves otra vez al mundo en el que vives y sientes. Pero no sabes si ese mundo es real o imaginario. Y te sigues cuestionando la vida. Ese rio que transcurre entre tus manos y que te necesita para continuar.

Y es entonces cuando escuchas una canción en la radio, cuando el rocio de la mañana te hace volver al pasado. Cuando el amanecer te recuerda cuánto te gustaba su olor a nuevas emociones. Cuando todo lo que estaba escondido florece tan fuerte y frágil a la vez que tú misma sientes como vuelve a desvanecerse, pero esta vez dejan manchadas tus manos de esa tierra que llamamos recuerdos.

miércoles, 13 de julio de 2011

¡Ay, que viene el Mercado!

Yo debo de ser tonta y no comprender mucho la economía mundial, y en especial la europea. Ayer, mientras veía en las noticias como se había salvado de la quiebra, nada más y nada menos que a Europa mi perplejidad se descolocaba (o quizás es mi ignorancia financiera).
Resulta que vivo en un país picaresco por naturaleza, donde quien puede estafa y quien no, lo hace el doble. Mis conciudadanos y representantes políticos valencianos viven momentos de explosión judicial sin que se tomen las más mínimas medidas. Y siguen sonriendo (ahora más ya que España entera se ha vuelto de color azulito).
Volviendo a mi ignorancia económica y a mis reflexiones infantiles y sin fundamento, pero aquí las suelto: “¿No somos capaces de arremeter contra nuestro más cruel enemigo, es decir, el Mercado?” y sigo con mi pensamiento: “¿Vamos a dejar que sigan con los recortes sociales?”. Pues por lo visto sí. O me temo que todos nos vemos un poco ignorantes, y por no debatir la economía de un continente nos vemos afligidos y miramos hacia otro lado. Porque insisto (sigo con mi personalidad infantil que hoy me he impuesto) que podríamos cambiar las cosas, que deberíamos localizar el comercio local y dejarnos de mirar al infinito, porque en definitiva somos nosotros quienes más podemos ayudarnos. No estoy simplificando los nacionalismos pero creo que es momento de enfrentarse a ese enemigo invisible y destructor que es el Mercado ya de una vez por todas. ¡Y que nos llamen infantiles si quieren!

¡Ay, que viene el Mercado!

Yo debo de ser tonta y no comprender mucho la economía mundial, y en especial la europea. Ayer, mientras veía en las noticias como se había salvado de la quiebra, nada más y nada menos que a Europa mi perplejidad se descolocaba (o quizás es mi ignorancia financiera).
Resulta que vivo en un país picaresco por naturaleza, donde quien puede estafa y quien no, lo hace el doble. Mis conciudadanos y representantes políticos valencianos viven momentos de explosión judicial sin que se tomen las más mínimas medidas. Y siguen sonriendo (ahora más ya que España entera se ha vuelto de color azulito).
Volviendo a mi ignorancia económica y a mis reflexiones infantiles y sin fundamento, pero aquí las suelto: “¿No somos capaces de arremeter contra nuestro más cruel enemigo, es decir, el Mercado?” y sigo con mi pensamiento: “¿Vamos a dejar que sigan con los recortes sociales?”. Pues por lo visto sí. O me temo que todos nos vemos un poco ignorantes, y por no debatir la economía de un continente nos vemos afligidos y miramos hacia otro lado. Porque insisto (sigo con mi personalidad infantil que hoy me he impuesto) que podríamos cambiar las cosas, que deberíamos localizar el comercio local y dejarnos de mirar al infinito, porque en definitiva somos nosotros quienes más podemos ayudarnos. No estoy simplificando los nacionalismos pero creo que es momento de enfrentarse a ese enemigo invisible y destructor que es el Mercado ya de una vez por todas. ¡Y que nos llamen infantiles si quieren!

miércoles, 6 de julio de 2011

La Pasionaria

Soy mujer y aunque me tachen de feminista considero que conseguir la igualdad entre hombres y mujeres es todavía un camino arduo y complicado para muchas. Las mujeres, bien desmeritadas de su trabajo, tanto fuera como dentro del hogar, tienen que enfrentarse a la rutina de conseguir, lo que por derecho le corresponde.
Dejarme que hoy me sienta pesimista. Dejarme que hoy llore de cansancio al ver que el camino cada vez es más difícil para nosotras. Dejarme que me lamente aunque mañana, antes de que salga el sol, ya estaré dispuesta a poner mis pies sobre la tierra, mis manos listas para trabajar y mi mente en todos lo que me rodean y soy su responsable: Hablo de mis hijos.
Dejarme que hoy me esconda en el desconsuelo, porque ver como han arrancado el monolito del jardín de la pasionaria me ha hecho desvanecerme por completo. Es como si me hubieran arrancado también algo dentro del pecho.
“La Pasionaria” que vivió defendiendo al mundo obrero y que su lucha se nutrió de su compromiso con la mujer y con sus palabras que muchas recordaremos: “las mujeres, sean de la condición que sean, son seres libres para elegir su destino”.
Hoy su nombre deja un surco profundo en la ciudad de Elche, en el corazón de muchas que admiramos su lucha y tesón.

sábado, 2 de julio de 2011

Elche cambia sus calles


Siempre he creído en los políticos y los he defendido a ultranza. Sin embargo, muchas personas que no compartían mi opinión me tachaban de “quijotesca” y me increpaban con una frase muy común que “son todos iguales”. Ahora, después de lo que estoy viviendo, creo que esa frase es el pan nuestro de cada día.



Cuando surgió el movimiento 15M pensé que la gente ya había despertado, que la sociedad pedía un cambio al margen de los políticos. También pensé, que ese cambio se produciría con las mismas armas que tenemos en el Estado, y que evolucionaría de una forma progresiva. Porque así lo demandaba la soberanía del pueblo. Sin embargo, fui ilusa otra vez más. Porque el cambio que produjo el 15M, aunque haya conseguido despertar a muchos ciudadanos, no hizo sino cambiar el color de España, pintándola toda de azul.



Es cierto que jamás pensé que este nuevo gobierno ayudaría a solventar la crisis como prometían (algo de cordura aún me queda), pero lo que estoy viviendo en la actualidad me nubla el juicio.
Y es que en mi ciudad, el cambio drástico del gobierno ha favorecido el despotismo de una manera feroz. Mientras vivimos una carencia de empleo, una deriva del Estado del Bienestar, un declive de las clases medias y un empobrecimiento de las bajas, nuestra querida alcaldesa, en sus planes austeros y comprometidos con su ciudad, lo único que se le ocurre es el cambio de nombre a las calles.Solo pido que esta medida sirva para dar empleo a “ciertas” personas, y que no sea un acto de ira acumulada por los años y la falta de respeto al anterior gobierno.













jueves, 9 de junio de 2011

¿Qué es estar despiertos?

Estar despierto es sentir como la propia organización de la comunidad donde vives te ahoga, que no respeta tu condición de ciudadano y que sus múltiples acciones no hacen sino que anularte como tal.
Es saber que vives amarrado a un sistema económico donde has sido el cebo para banqueros, que te han vendido una hipoteca en fantásticas condiciones y que en realidad era un pase especial para vivir en un calabozo económico del que jamás podrás salir. El cual se alimenta del dinero que tu generas, pero del que apenas tienes posesión. Porque "ese dinero" entra en tu cuenta corriente de la misma forma que sale.
También es ser partícipe del juego del consumismo descontrolado, donde tus ojos perciben apatía por cualquier vieja prestación o servicio inútil que se generó hace pocos meses, y sientes una atracción descontrolada por cosas materiales o servicios que no tardamos en sustituir por otras. Asi es como aumentamos los deshechos y generamos una desbordante basura.
Es saber que estás preso de un trabajo en el cual no eres nada. Absolutamente nada. Donde lo único que importa es el beneficio acumulado y la ganancia sin control. Y en esa carrera acelerada de los empresarios TÚ no solo eres un botón en verde que aprietan para ponerte en ON y, que sin embargo, cuando el piloto de luz que lo mantiene encendido comienza a perder viveza se reemplaza por uno nuevo. Así somos esclavos a los que nos cambian el nombre por el de trabajador. Es el lugar donde te exprimen y te atemorizan al mismo tiempo, con la certeza de pensar que de esa manera somos más rentables para la empresa. El trabajo es el sitio donde dejas de ser madre o padre, porque eso es algo que no importa, algo que utópicamente quiso que la conciliación fuese parte del Estado del Bienestar. Esa palabra que hoy día languidece a causa del cáncer social donde vivimos.
Estar despierto es palpar que el exceso de trabajo unido a la bajada de salarios te hace sentir inútil, desesperado y eso se transmite de forma viral a nuestras familias.

Ahora, gracias a los movimientos de masas, estar despierto es creer que nuestra unión es la fuerza motora para cambiar las cosas. Y ayudar al de al lado para que también consiga abrir los ojos, y consigamos unir nuestras manos para crear una fuerte cadena. Ahora debería ser el momento en el que estar "todos despiertos" sea el catalizador para una nueva forma de vida: Sin poder, con igualdad, con justicia y con amor.

Estar despierto es ver, sentir y vivir con la misma pureza con la que nacimos.

domingo, 6 de marzo de 2011

El día de la mujer trabajadora

Andrea está todavía dentro de mi vientre. El día probable de parto es el día 8 de marzo. Es la tercera hija de una familia humilde. Sus hermanos, Anabel y Kike, la esperan ya ansiosos.
Ella y yo nos llevaremos 35 años de diferencia, y espero que no sean solo los años la diferencia que ella encuentre cuando venga a este mundo.
Aprovecho para ponerla de protagonista porque el día que se conmemora el día de la mujer trabajadora es especial para todas aquellas mujeres que seguimos apostando por la igualdad entre hombres y mujeres en esta sociedad.
He sido afortunada de vivir un progreso democrático, y crecí con los valores y la necesidad de creer que todos somos igual de importantes dentro de la esfera social en la que vivimos. Siempre creí en la posibilidad de cambiar las cosas que no nos gustaban e imaginar que todo progreso era posible. Después crecí, con esas ideas “quijotescas” como decía mi padre, porque según él y su experiencia “el mundo no era así”. Una verdad agría que se fue presentando a lo largo de mi maduración en la vida.
Sin darme cuenta me educaron en el rol femenino, en las tareas domésticas, en ser inferior al hombre. Aunque siempre fue con disimulo y con cierta ignorancia de pensar que las cosas eran así. Yo nunca lo acepté, y pensé que mi condición de mujer era tan respetable, tan lícita y tan necesaria como la masculina. Luego vino el mundo laboral y la vida familiar, y aunque mucho se ha cambiado, los vestigios de ser mujer todavía están separados por una gruesa línea que nos diferencia de ellos, los hombres.
Sin embargo, siempre he luchado por mantener mis valores, el sacrificio y el esfuerzo deben ser constantes aunque el resultado no sea el deseado.
Somos, en la sombra, las que vamos levantando el mundo. Somos las que, mayoritariamente, educamos a nuestros hijos. Las que en las situaciones adversas familiares doblamos nuestra jornada laboral para que el sustento familiar no falte. Las que sacrificamos nuestras horas de sueño para que en nuestro hogar siempre reine la felicidad.
Sigamos luchando por la igualdad, apoyando a quienes nos necesitan y apostando por plantar en nuestros hogares la semilla del progreso verdadero.
Espero que mis hijos comprendan el valor de estas palabras y sepan transmitir el legado que muchas madres queremos darles.
Felicidades a todas las mujeres, sean madres, hijas, trabajadoras, desempleadas o unas simples soñadoras.

viernes, 11 de febrero de 2011

ENHORABUENA EGIPTO

Siempre he creído en las posibilidades de cambio cuando el pueblo toma responsabilidad de su vida y decide cambiar el rumbo de la trayectoria de la historia.
La actitud, la perseverancia, la iniciativa y, sobre todo, la fe volcada estas semanas en Egipto ha sido, sin duda, una gran enseñanza para todo el mundo. Un pueblo que ha conseguido sus propósitos, que se ha mantenido firme en la plaza de Tahrir reivindicado su derecho al cambio democrático, al abandono de una dictadura como la de Hosni Mubarak. Sin duda un hecho histórico que me siento orgullosa de vivir y poder contar, de poder demostrarle al mundo la necesidad de no tener fronteras que nos impidan actuar como pueblo, que es lo que realmente somos, y lo que realmente importa. Me siento orgullosa de que Egipto sea el punto de partida para borrar los estereotipos del mundo árabe, que gracias a estas acciones muchos borren de sus mentes sus prejuicios hacia ellos, y que muchos otros hayan ayudado a que el cambio sea posible.
Esta lucha hacia la igualdad y la democracia es un ejemplo a seguir por todos. Una oportunidad, para los ciudadanos del mundo, que impida que la sombra del poder vuelva a imponer su tiranía. Aunque sólo es el principio y todo cambio cuesta.
Espero que el efecto dominó comience pronto. Que acabe el dolor de las dictaduras, y que todos, absolutamente todos, seamos conscientes del poder que se esconde en nuestras comunidades como colectivos. Que nos demos cuenta de que todo se puede conseguir. Sigamos el ejemplo de Egipto y apliquémoslo en nuestras vidas: “Hay que luchar por un mundo mejor, da igual que sea Egipto, en España o en nuestra vida cotidiana”.