lunes, 8 de junio de 2009

"La verdadera tragedia de los pueblos no consiste en el grito de un gobierno autoritario, sino en el silencio de la gente" Martin Luther King

Hoy, me hubiese gustado escribir sobre el éxito de una madre coraje que durante la última semana ha estado luchado por los derechos de su hijo de tres años. Un niño que se quedó sin plaza en uno de los colegios públicos de Elche donde más estafas se producen por empadronamientos falsos y falta de investigación.
Una víctima más que decidió, en vez de silenciar su voz, patalear y luchar para que Iker, mi sobrino, gozase de su educación escolar en un centro cerca de su domicilio.
Pilar, esta madre coraje, se encuentra hoy debilitada porque ninguna de las puertas a las que llamó se le abrió. Trámites y más trámites burocráticos impregnados todos de corrupción, de disentimiento por parte de unos y otros, de direcciones incorrectas aún sabiendo cuales eran las direcciones correctas. Todas ellas cerradas a cal y canto con una frase en todas ellas: “No hay nada que hacer”.
Y de esta pequeña historia, donde el desconsuelo no solo recae sobre esta familia, sino en la de todos aquellos que la hemos apoyado y animado desde el primer momento y que sentimos la impotencia y las ganas de gritar. Y de esta gran historia que es Europa, donde políticos manchados de corrupción se pavonean hoy de sus éxitos, me pregunto cuál será el destino de esta España.
¿Dónde están los sentimientos? ¿A dónde acudimos los que deseamos que la legitimidad y la veracidad sean la nota predominante de nuestro rol como ciudadanos?
Animo a Pilar en su lucha y a España entera a que la racionalidad y el deseo de un país próspero y limpio sea la identidad de todos los españoles.

1 comentario:

  1. Otro tema de lo más desagradable de máxima actualidad, pues se trata de niños y de madres angustiadas, cuando llega esta época, y el tráfico de influencias y demás, que no cesa.

    Es evidente que, si los funcionarios públicos, conocen ls direcciones correctas de los padres y obran de otra forma, están cometiendo un delito de cohecho, incluso de prevaricación, por actuar de forma arbitraria.

    A mí, en una ocasión, me ocurrió esto que comentas y no dudé en ir a Educación y exponer mi problema, recordando al funcionario, después de una larga conversación o discusión que, esta formar de actuar, es un delito tipificado en el artículo 404 del Código Penal. Al final, me pasaron al despacho de un Inspector y tuve la suerte de que se tomó interés por el asunto que denunciaba, un poco largo de contar, pero me resolvió el problema.

    Como siempre, quiero terminar mi comentario diciendo que estas cosas son DEPRIMENTES y mi deseo es en este caso, y en los demás también, que los habrá a millares, que se solucionen.

    Un cordial saludo.

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