martes, 12 de enero de 2010

No estamos locos que sabemos lo que queremos

El pasado lunes experimenté una extraña sensación en la consulta del dentista. En una conversación irónica sobre la extracción de mi última muela del juicio ambos llegamos a la conclusión de lo fácil que sería la vida sin preocupaciones y en una absoluta ausencia de complicaciones. La conversación desvió a un tema más complejo pero la situación en la que me encontraba me obligó a mantenerme callada. Imagínense a un dentista haciendo su trabajo, con mi boca totalmente abierta e inamovible y emitiendo sonidos extraños afirmando o negando la conversación que continúo mi dentista. Hoy, al leer una noticia sobre la nueva Ley de Economía Sostenible donde anunciaba que no sólo se cerrarán las webs de descargas ilegales sino todas aquellas webs sin ánimo de lucro que actúan de mala fe y causen daño patrimonial me he encontrado de nuevo en la misma situación. ¿Cuál es la semejanza entre la situación con mi dentista y la de mi gobierno? Pues que en ambos casos, esté o no esté de acuerdo con ellos, se nos tapa la boca y no se nos permite hablar.
No estoy de acuerdo con esta nueva Ley de Economía Sostenible, y mucho menos con la censura con la que nuestro gobierno pretende cerrar bocas.
El mundo de Internet goza todavía de sus propias reglas, para muchos es nuestro medio de expresión y nuestra manera de rozar un mundo que muchas veces nos parece injusto.
Tener opinión de algo e ir en contra de lo establecido no es sinónimo de actuar de mala fe, sino es mantener una conciencia que nos permite discernir entre lo bueno o lo malo según nuestro propio juicio, y por tanto la libertad de expresión que está reconocida en nuestra Constitución es un DERECHO.

2 comentarios:

  1. Genial comparación, Brida. Por cierto, totalmente de acuerdo

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  2. ¿No estar de acuerdo con algo, no apoyar a la mayoría, no pertener a grupos...? ¿Ser activista de mi propia conciencia, me convierte en persona con mala fe? Hace tiempo que se perdió el derecho a la libertad de expresión.

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