miércoles, 13 de julio de 2011

¡Ay, que viene el Mercado!

Yo debo de ser tonta y no comprender mucho la economía mundial, y en especial la europea. Ayer, mientras veía en las noticias como se había salvado de la quiebra, nada más y nada menos que a Europa mi perplejidad se descolocaba (o quizás es mi ignorancia financiera).
Resulta que vivo en un país picaresco por naturaleza, donde quien puede estafa y quien no, lo hace el doble. Mis conciudadanos y representantes políticos valencianos viven momentos de explosión judicial sin que se tomen las más mínimas medidas. Y siguen sonriendo (ahora más ya que España entera se ha vuelto de color azulito).
Volviendo a mi ignorancia económica y a mis reflexiones infantiles y sin fundamento, pero aquí las suelto: “¿No somos capaces de arremeter contra nuestro más cruel enemigo, es decir, el Mercado?” y sigo con mi pensamiento: “¿Vamos a dejar que sigan con los recortes sociales?”. Pues por lo visto sí. O me temo que todos nos vemos un poco ignorantes, y por no debatir la economía de un continente nos vemos afligidos y miramos hacia otro lado. Porque insisto (sigo con mi personalidad infantil que hoy me he impuesto) que podríamos cambiar las cosas, que deberíamos localizar el comercio local y dejarnos de mirar al infinito, porque en definitiva somos nosotros quienes más podemos ayudarnos. No estoy simplificando los nacionalismos pero creo que es momento de enfrentarse a ese enemigo invisible y destructor que es el Mercado ya de una vez por todas. ¡Y que nos llamen infantiles si quieren!

No hay comentarios:

Publicar un comentario