miércoles, 25 de febrero de 2009

Bitácora: "Día primero"

Esta es mi bitácora personal de todos los sentimientos que hoy acuno. Montada en el símil de mi pequeña barca que encarna mi vida y mi trabajo, quiero dejar constancia de lo que hoy estoy viviendo



Amanece un día extraño, como todos los que acontecen en estos tiempos, nubes rojizas y cielo ceniciento. Es como si de repente despertase y estuviera aquí, envuelta entre todo este amasijo de miedos, presiones e incertidumbres. Hoy, no comienza esta travesía, hoy solo describo donde me encuentro: subida en este pequeño barco que yo misma construí hace años.

Hay letras que quieren destacar entre la página en blanco, y presionar al olvido para que se esfume de este futuro incierto. Quieren dejar constancia de esta lucha que nos ha vestido de soldados de guerra y nos ha puesto en la primera fila del batallón. Por eso hoy es el primer día mi bitácora y porque tampoco sé reconocer en qué momento perdí la orientación de mi barca, ni tampoco sé, si algún día llevé el timón de su avance.

Las corrientes son fuertes, las tempestades también pero aún hay fuerzas para agarrarse a la madera de este barco. Mientras, el miedo aflora cada vez que una nueva ola azota este pequeño navío.

Hay gente que nos abandona, soltados a la mar a su propia suerte, unos más afortunados que otros. Su caída al mar es lenta. Algunos saben aferrarse al flotador que se lanza con ellos, mientras que los más débiles se cansan de mover sus piernas para no hundirse.

Mis compañeros y yo, los que nos quedamos en la barca, extendemos unas manos que no sirven de salvavidas y que lo único que saben hacer es decir adiós y bajar la vista sobre el mar, sobre el verde mar que ni si quiera nos acompaña con tranquilidad.

Y nuestra barca se aleja, y se pierden las figuras en el agua, mientras los que continuamos a la deriva, aferrados a la esperanza de que nuestra suerte cambie, soñamos con la esperanza de ver pronto tierra firme.

3 comentarios:

  1. Que bonito ... me veo reflejado en una situación parecida desde el 2002... soy de los que sigue en la barca, y de los que ya se ha acostumbrado a ver compañeros por la borda casi a diario ... al final te acostumbras al vaivén y se asume el mareo inevitable ...

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  2. Este Titanic tan general, no se hasta donde podrá llegar. No veo la costa por másque miro al horizonte, he vomitado más de una vez, y el agua salada me resbala ya por la barbilla. No hay flotadores, no hay barcazas al las que asirse. Un abrazo a todos los camaradas. Genial, como siempre Inma. Besos

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  3. Un barquito lleno de vida, trabajo e ilusión acumulados por toda la energía que gastas en tus escritos y dedicación.
    Hoy, comienzas la descripción de esas ilusiones desde tu pequeño, pero acogedor barquito que, a todos, nos dejarás encantados, por tu excelente estilo narrativo, así como, por la excelente mano que tienes para las letras.
    Decir que el relato es precioso y que nos hace meditar e identificarnos.
    Muy bonito adorable amiga.
    Un cordial saludo.

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